A medida que avanzas por Mount and Blade II: Bannerlord, tendrás que librar muchas batallas. También tendrás que lidiar con unas cuantas tareas diplomáticas y políticas entre las guerras. Todos los grupos y facciones de este juego quieren el poder, y tú también. Pero para reclamar el poder, vas a necesitar una fuerte columna vertebral militar para tomarlo y protegerlo. Una parte importante de la construcción es reclutar y entrenar a tus soldados para que luchen a tu lado. Por supuesto, puedes reclutar en las ciudades y aldeas de los alrededores, pero también puedes reclutar prisioneros en Mount and Blade II: Bannerlord.
Los jugadores tendrán que ir subiendo de rango como un humilde señor o caballero, hasta llegar a comandar varios ejércitos y un imperio entero. Habrá mucha gente que muera en tu bando, porque otros advenedizos querrán desafiar tu gobierno, y tendrás que vencerlos con la fuerza de las armas y una mente aguda. A medida que tus habilidades crezcan y desbloquees nuevas ventajas, se te abrirán nuevas opciones. Una de ellas es ampliar tu ejército, y para ello necesitas reclutas.
Después de ganar una batalla y tomar como rehenes a los supervivientes perdedores, querrás prestar atención. Así que cuando vayas a rescatar a los humildes campesinos de un asentamiento importante, mantén a las almas capturadas en tu caravana del ejército durante un tiempo. Al final, deberías ver aparecer un signo de exclamación rojo en el icono del miembro del grupo en la sección inferior izquierda. Haz clic en él y ve a la sección de prisioneros de tu menú. Todos los prisioneros de tu grupo deberían aparecer en ese menú.
Aunque ten cuidado, el nuevo juego también trae los desafíos logísticos como la alimentación de tu ejército del juego anterior. No reclutes un ejército más grande del que puedas alimentar. Y ten en cuenta que cualquier nuevo cautivo puede ser mejorado a un nuevo nivel dentro de su árbol de tropas, por lo que no podrás convertirlo en una unidad de caballería de inmediato.
Mount and Blade II: Bannerlord también cuenta con un sistema de misiones bastante profundo y variado en el que los jugadores son responsables de realizar diversas tareas para las facciones de Mount and Blade II: Bannerlord. Así que mientras no estés participando en batallas por sangre fresca, no dudes en hacer nuevos amigos.
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