Ya se está gestando una guerra de consolas sobre la próxima generación de consolas, y los grandes nombres de la industria ni siquiera han mostrado dichas nuevas consolas. Sony se saltó el E3 2019 por completo, optando por realizar su propio evento de transmisión directa en su lugar, que incluyó muy pocas noticias de PS5. Y Microsoft no tuvo mucho que decir sobre su nueva consola, que todavía lleva su nombre en clave, Xbox Scarlett.
La anémica cantidad de noticias sobre estas nuevas consolas de videojuegos significa que los jugadores probablemente van a esperar hasta 2020 para volver a verlas, y posiblemente no en estado jugable.
Y aunque la Xbox Scarlett tiene el reclamo de una amplia biblioteca de retrocompatibilidad, la PS5 también lo tiene. La tecnología que impulsa a Scarlett sigue siendo muy vaga. Sony también se ha negado a revelar más detalles sobre las especificaciones de su nuevo hardware, aunque es razonable suponer que estará en la línea de la memoria GDDR6, el procesador AMD personalizado y el sistema de almacenamiento SSD de la Scarlett.
Es muy posible que el factor decisivo sea la potencia técnica general, y algunas fuentes afirman que PS5 es mejor que Scarlett en este aspecto, por lo que la tensión es evidente.
Es muy importante tener en cuenta que la potencia no lo es todo. Aunque la inclusión de la resolución 8K y de una velocidad media de fotogramas mucho mayor es estupenda para cerrar la brecha de rendimiento entre las consolas y los PC, no significa que los juegos se vayan a vender mejor automáticamente, ni que las consolas vayan a ser rentables por sí mismas.
Sabemos que las exclusivas serán un punto de venta importante para ambas plataformas. PS5 tendrá la opción del Remake de Final Fantasy 7, y probablemente otros títulos de lanzamiento. Mientras que la Scarlett tiene Halo Infinite, y posiblemente más. Otros grandes nombres de esta generación de juegos siguen en el aire. Capcom podría traer algunos nombres bastante grandes con Resident Evil y Monster Hunter, y si Sony o Microsoft consiguen clavar aunque sea una exclusiva cronometrada para una de estas franquicias, eso sería enorme.
Otras grandes franquicias AAA como Call of Duty, Grand Theft Auto y Need for Speed podrían inclinar la cuota de mercado en un sentido u otro.
La estrategia de precios de ambas consolas aún no ha sido revelada, y no sabemos si los juegos se apartarán de su precio de 60 dólares en esta nueva generación. Los factores económicos del éxito de una consola no pueden ignorarse, y tendremos que esperar a ver una estructura de precios más concreta, las especificaciones técnicas y la biblioteca de juegos antes de poder juzgar seriamente qué consola es mejor.
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