China tiene una de las escenas de juego más dinámicas y de más rápido crecimiento del mundo, y sus jugadores de eSports de más éxito gozan de un estatus de celebridad equiparable al de los ídolos del pop y los deportistas de élite.
Pero hay algunas diferencias importantes entre los mercados chino y europeo de los videojuegos, derivadas no sólo de los distintos antecedentes culturales e históricos de China, sino también de la postura del Gobierno sobre la censura, los valores familiares y el comportamiento de las empresas.
Por eso, los desarrolladores deben tener en cuenta algunas cosas si quieren crear juegos para el mercado chino.
Deporte
El presidente chino, Xi Jinping, quiere ver a la selección china de fútbol en lo más alto, junto a Francia, Italia, Alemania y otros gigantes de este deporte.
Para ello, ha ordenado la fundación de varias bases de entrenamiento juveniles y ha permitido la venta de juegos como FIFA 23. El popular simulador de fútbol de EA Sports es un éxito en China, con jugadores que impulsan a equipos como el Shanghai SIPG a lo más alto de la clasificación mundial.
Al igual que los jugadores europeos, los aficionados chinos a FIFA 23 no siempre se conforman con farmear FIFA coins, sino que las compran directamente (como con FC 24 Coins) para reforzar rápidamente sus equipos.
Cybersport
Los eSports son enormes en China, país que organiza regularmente grandes torneos y cuenta con algunos de los mejores equipos del mundo.
Aunque los competidores chinos de eSports han aflojado un poco su férreo control sobre Dota 2, siguen dominando en League of Legends y otros MOBA.
Las autoridades chinas están encantadas de que esto siga así. China equipara a los competidores de eSports con los atletas convencionales, y mantiene exactamente las mismas expectativas sobre ellos en cuanto a entrenamiento y resultados. Una victoria es una victoria, no importa el deporte.
Dicho esto, un gran número de juegos en línea han sido censurados en China por mostrar hombres afeminados, personajes con poca ropa y otros elementos que el Estado chino considera que dan mal ejemplo.
En muchos casos, versiones distintas de juegos occidentales están disponibles en Oriente, con componentes problemáticos parcheados.
Sangre y huesos
A los censores chinos no les gusta nada ver sangre, y es poco probable que los juegos sangrientos vean la luz en China.
Sin embargo, hay excepciones. Los desarrolladores pueden alegar su caso ante el comité regulador, como hizo el equipo responsable de Dota 2 al defender la presencia de un personaje llamado Blood Seeker, que se alimenta de sangre y luego la convierte en arma.
Todo lo que tenían que hacer era hacer que la sangre verde.
Las autoridades tampoco ven con buenos ojos los huesos y las calaveras, no sólo porque son potencialmente sangrientos, sino porque significan lo oculto.
Esta política tiene un impacto bastante importante en los géneros RPG y MOBA, que suelen tener muchos elementos visuales de fantasía oscura. Para asegurar su lanzamiento en China, los desarrolladores de estos juegos se han visto obligados a sustituir avatares enteros y otras cosas.
Zombies
La cultura china se toma muy en serio los ritos religiosos y los rituales en torno a la muerte. Por eso, como bien puede imaginar, no les gustan los zombis.
Al igual que los personajes esqueléticos, los zombis son sustituidos habitualmente por monstruos más genéricos que se comportan de la misma manera pero tienen un aspecto reanimado menos ofensivo.
Uno de los juegos que más se ha visto afectado por esta política es Call of Duty, que se vio obligado a sustituir los zombis convencionales de su popular modo de supervivencia con temática de muertos vivientes por ciberzombis radicalmente diferentes.
Caracteres masculinos
Las autoridades chinas mantienen los estereotipos tradicionales de género, según los cuales los hombres son duros y corpulentos y las mujeres suaves y blandas. Por ello, las representaciones de hombres delgados y con poca ropa están estrictamente prohibidas.
Es decir, nada de ídolos K-POP ni de comportamientos sexualmente ambiguos. Para satisfacer a los comités reguladores, los torsos masculinos desnudos se cubren con armaduras y musculatura abultada, asegurando la supervivencia a largo plazo del núcleo familiar.
Historia
En China, la historia es en gran medida un medio para promover los intereses del partido gobernante. Los acontecimientos se distorsionan, modifican o borran de los registros con fines propagandísticos.
Esto es especialmente cierto en el caso del activismo político, por lo que los desarrolladores de la última entrega de la serie Black Ops se vieron obligados a eliminar todas las referencias a las revueltas estudiantiles chinas de 1979, que aparecen en la versión original.
Negarse a cooperar con este requerimiento judicial habría impedido a Activision distribuir su juego en China, un mercado potencial de 1.500 millones de personas.
Símbolos
Las autoridades chinas no sólo son sensibles a los esqueletos, los zombis, la sangre y los acontecimientos históricos.
También vigilan estrictamente la representación de dragones, un potente símbolo nacional, llegando a insistir en la retirada del personaje Mushi de la película de Disney Mulán con el argumento de que los dragones de verdad son feroces y dignos, en lugar de pequeños y estúpidos.
También están prohibidas las representaciones de Winnie the Pooh, ya que el presidente Xi Jinping se asemeja con frecuencia y de forma intolerable al popular oso de dibujos animados.
Conclusiones
China es uno de los mercados más importantes del mundo, con una creciente población de consumidores en busca del próximo gran juego al que jugar. Pero cualquier desarrollador que espere conquistar este mercado debe entender primero la cultura y el ethos del partido gobernante del país.