Kindly Beast, el desarrollador del juego de terror indie Bendy and the Ink Machine, parece haber sufrido algunos cambios importantes, y casi todos ellos están siendo recibidos negativamente por los empleados y la industria en general. El principal de estos reclamos es que la compañía supuestamente despidió a 50 empleados, mientras que también lucha con la política interna que arruina el progreso de sus juegos. El desarrollador indie también ha sido acusado de fomentar un ambiente de trabajo tóxico.
Los primeros rumores de problemas llegaron cuando algunos notaron que los perfiles de Twitter y otras presencias en las redes sociales fueron editados para dejar de incluir referencias a Kindly Beast. Esto se notó en docenas de empleados, y la gente rápidamente sumó dos y dos, dándose cuenta de que estas personas habían sido despedidas. Aunque la compañía aún no ha confirmado formalmente estos despidos ni ninguna otra controversia, parece que el resto de la industria de los juegos está al tanto del secreto. Los comentarios sobre Kindly Beast aparecieron en Glassdoor (un sitio web que permite a los empleados actuales y a los ex empleados hacer una reseña anónima de las empresas) y muestran que la multitud de empleados citaron un ambiente de trabajo tóxico. Muchos de los comentarios negativos en estas reseñas culpaban directamente al director general Mike Mood de crear tales problemas.
Según una de las reseñas, El trabajo se desechaba a discreción de la Junta y a veces era insultado abiertamente por el CEO, otro reseñador dijo que Teníamos una estructura de liderazgo llena de individuos increíblemente exitosos y conocedores que tenían los mejores intereses del estudio en mente. Fueron despedidos, alegando una importante fuga de cerebros en la empresa. Esta crítica también decía que las mentiras constantes eran un hecho en el desarrollador, así como las promesas incumplidas. Caracterizaban los proyectos de Kindly Beast como atascados en el limbo. Estos problemas condujeron a una serie de caídas sistémicas, en las que se desmantelaron las prácticas y políticas establecidas y se sustituyeron por un estilo de desarrollo mucho más inconsistente que situaba al director general Mike Mood en un nivel de control indebido.
El colectivo de videojuegos Dirty Rectangles, con sede en Ottawa, también se ha sumado al coro y ha afirmado que en el estudio ocurría algo bastante malo. Aunque no ofrecieron detalles, la intención es bastante clara: mucha gente se ha quedado sin trabajo. Otros desarrolladores y personajes de la industria han presionado para que se ofrezcan nuevas oportunidades a los afectados, e incluso han publicado una lista recopilada de oportunidades para quienes se encuentran en la zona de Ottawa.
Yep. 100% false. As a group that generally represents the Ottawa game dev scene, everything in this city is ace except what's been going down at Kindly Beast.
— Dirty Rectangles Ottawa (@DirtyRectangles) October 13, 2019
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