Puede que Team Executer no sea un nombre que te resulte familiar, a menos que hayas prestado atención a la escena del modding de hardware para consolas de videojuegos. Durante años, varias entidades similares a Team Executer han fabricado y vendido los mods que permiten las aplicaciones de terceros, la piratería de juegos y mucho más en varias consolas. Y ahora, esa empresa se ha desmoronado de forma preocupante.
Doug Bowser -un canadiense de 51 años- fue detenido y acusado de 11 delitos el año pasado y ahora Nintendo lo ha demandado. Según Polygon, la nueva demanda presentada en Seattle alega que la red pirata internacional de Bowser vendía y creaba hacks y mods para muchas consolas. Muchos de ellos fueron vendidos a través de diversos métodos online por miembros del Team Executer, bajo su marca. Entre las consolas objetivo del grupo se encuentran la Nintendo Switch, la Nintendo 3DS, la NES Classic Edition, la Sony PlayStation, la Microsoft Xbox y la Microsoft Xbox 360.
Varios fabricantes de juegos y consolas han tratado de acabar con la piratería de software y las trampas antes, con un efecto medio. Nintendo ha sido uno de los más litigiosos en este sentido. Ha tenido la costumbre de perseguir tanto a los piratas como a los modders. En los últimos años, las demandas de Nintendo han obligado a cerrar muchos de los sitios más populares de distribución de ROMs de juegos y archivos ISO.
En esta ocasión, los cargos son mucho más graves. Cada uno de los tres hombres nombrados en la acusación se enfrenta a 11 cargos por delitos graves, entre ellos conspiración para cometer fraude electrónico, conspiración para eludir las medidas tecnológicas y para traficar con dispositivos de elusión, tráfico de dispositivos de elusión y conspiración para cometer blanqueo de dinero.
Los abogados de Nintendo afirman que el pirateo y la piratería es un problema internacional grave, [y] cada vez más grave y que las herramientas de Bowser ponen a más de 79 millones de consolas Switch en riesgo de piratería. La eficacia real de estas afirmaciones es muy discutida por muchos consumidores y expertos. La piratería ha sido argumentada durante mucho tiempo por los desarrolladores indie como algo preferible a no jugar. Se han realizado varios estudios sobre el tema, que muestran una mezcla de respuestas y datos. Un resultado interesante de un estudio de Google demostró que la gran mayoría de los piratas también consumen medios de comunicación de forma legal al doble de la tasa de los usuarios legales no piratas. Este tipo de consumo no hace más que aumentar con el paso del tiempo, a medida que el streaming y la disponibilidad de los medios mejoran. Y seamos sinceros, de eso se trata realmente este caso, de la piratería.
Para muchos expertos y consumidores, reducir la demanda de piratería es la clave para vencerla. Muchos usuarios recurren a la piratería por una de estas dos razones: o bien se niegan a pagar las tarifas del mercado por un producto por alguna razón, o bien no pueden acceder fácilmente al producto de otra manera. El enfoque real de la piratería es resolver los problemas de asequibilidad y acceso, no infligir un castigo. Y el hecho de que los tribunales estadounidenses sigan adoptando este enfoque debería ser preocupante para el futuro del acceso a los datos y la conservación de los medios.
Los servicios de streaming han empujado a los consumidores hacia ecosistemas más controlados para acceder a sus juegos, películas y otros medios favoritos. Ahora, la industria del juego ha tomado un camino similar, haciendo cada vez más difícil mantener los juegos antiguos en funcionamiento, y centrándose cada vez más en el beneficio por encima de la calidad. Y yo, por mi parte, no confío en estas empresas con el nivel de acceso y control en nuestra vida diaria que tienen actualmente.
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