A principios de esta semana informamos sobre unas declaraciones facilitadas a Kotaku por varias fuentes, en las que se afirmaba que Microsoft está revisando unos planes que antes se daban por muertos. Ese rumor se centraba en un plan previamente desechado para enviar a Xbox Scarlett SKUs – un potente sistema de gama alta (nombre en clave Anaconda) y una variante más asequible con especificaciones más bajas (nombre en clave Lockhart) – ya que parece que Microsoft ha dado marcha atrás, y ahora planea enviar ambas versiones.
Al parecer, estos planes han suscitado cierta oposición. En concreto, algunos desarrolladores creen que la variante más débil para consola no merece la pena. Schreier hizo las siguientes declaraciones durante el último episodio del podcast Splitscreen de Kotaku. Durante el podcast, Schreier dijo esto mientras discutía el modelo Lockhart, revelando que hay una discrepancia bastante importante entre los dos modelos Xbox Scarlett en términos de RAM.
He oído cierto escepticismo por parte de desarrolladores externos, que dicen: Oye, es un coñazo distribuir en varios SKU de hardware. En segundo lugar, esto nos va a poner trabas, porque Microsoft nos obliga a distribuir en esta versión de menor potencia, que tiene la potencia gráfica equivalente a una PS4 Pro. Vale la pena señalar, que tiene una CPU de gama más alta y una unidad de estado sólido, y otras características de nueva generación, por lo que no es seguro compararla directamente con la PS4 Pro.
Tal y como me lo han descrito… creo que [Lockhart] va a tener bastante menos RAM, pero la CPU marca una gran diferencia, sobre todo en lo que respecta a la velocidad de fotogramas. El SSD marca una gran diferencia en lo que respecta a los tiempos de carga. Así que creo que lo que [los desarrolladores] pueden hacer muchas veces es reducir la calidad de las texturas y la resolución, pero sin sacrificar tanto la velocidad de fotogramas.
Ahora bien, si esto es cierto vale la pena considerar, pero con una buena dosis de escepticismo. Los requisitos de energía de gama alta para la PS4 Pro son un salto similar en comparación con la Xbox One X. Ambos dispositivos consumen en algún lugar entre 250-300 vatios de la pared. Esto es casi el doble que sus respectivos modelos de base. Y la inclusión de fuentes de alimentación internas, para prescindir de los voluminosos ladrillos de alimentación. Esto introduce un montón de retos, pero da a los desarrolladores más espacio con el que trabajar a la hora de diseñar los elementos visuales y de jugabilidad de sus juegos.
En los tiempos modernos, la ingeniería eléctrica no puede reducirse tanto. Para suministrar y modular eficientemente la potencia a los componentes del sistema, una fuente de alimentación tiene que realizar muchas tareas diferentes. A menudo, los portátiles para juegos han tenido que recurrir a fuentes de alimentación suplementarias, a veces dos en paralelo, para suministrar los más de 200 vatios adicionales que necesitan para alimentar componentes más potentes. A menos que estas consolas cuenten con sistemas de suministro de energía bastante impresionantes para una consola, ¿cómo van a alimentar todos estos elementos? ¿Y qué recortes habrá que hacer para que el sistema funcione? Como sugiere Schreier, la pérdida de fidelidad visual es casi segura, pero si se tienen en cuenta otras declaraciones de marketing que Microsoft ha hecho en torno a Xbox Scarlett, es difícil separar los hechos de los argumentos de marketing.
La apuesta por los 60 FPS a 4K será difícil si la más barata de las dos sigue funcionando al mismo nivel que una PS4 Pro, incluso con pequeñas mejoras como un SSD y una CPU más potente. Y ahora que se afirma que la próxima generación de consolas tendrá GPU que rivalizarán con las GPU de PC de sobremesa de gama alta, las cosas están a punto de calentarse en más de un sentido.
En resumen, esta nueva arruga arroja bastantes dudas sobre la veracidad de algunas de las afirmaciones que rodean a Scarlett. El propio Schreier admite que no es un experto, así que tómese todo esto con cautela.
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